jueves, 14 de enero de 2010

Alimentando palomas

Vengo observando desde hace algún tiempo que las palomas de Madrid cada día están mas gordas.

Al principio no le di importancia, pero con el paso del tiempo he ido desarrollando una teoría que bajo mi punto de vista arroja bastante luz sobre este hecho.

De toda la vida, las palomas han sido alimentadas por los jubilados y los locos residentes (todo parque que se precie tiene al menos un nutrido grupo de jubilados y un loco en plantilla).
A comienzo del boom inmobiliario, las partidos de jubilados residentes abandonaron sus puestos de avituallamiento palomil, para darse a la observación de obras (toda obra que se precie tiene al menos un nutrido grupo de jubilados residentes pertrechados con al menos una bolsa de carrefour en las manos). De modo que durante aquel espacio de tiempo, el negociado de alimentación pasó a ser en exclusividad de los locos residentes.

No había comenzado yo con el tallaje aún, pero estoy seguro de que cuando las bacas engordaron, las palomas adelgazaron. Por lógica, los locos residentes por si solos no pudieron tener la misma capacidad logística que en unión con el otro grupo.
Supongo que al rebajarse el numero de obras susceptibles de ser observadas, los abuelos regresaron al redil, poniendo de nuevo a las palomas "en su peso".

Contando con que en época de crisis aumenta el numero de prejubilaciones y que los prejubilados solo son aprendices de jubilados y no están aun cualificados para alimentar palomas; he llegado a la conclusión de que el numero de locos residentes, se ha multiplicado creando con ello un gran problema de sobre peso en la población de palomas madrileñas.

Uffff, ya lo he soltado. Voy a por la bolsa de pan duro que tengo que fichar...