jueves, 19 de febrero de 2009

El buen padre


Esperaba sentado en la parada del bus. La blanca serenidad de los años, había comenzado a teñir sus sienes, pero en sus ojos vivos aún quedaba juventud. De su hombro, colgaba una mochila verde que contrastaba con el riguroso negro de su vestimenta.
Tenia un aspecto peculiar, así que decidí asignarle una identidad.Se llamará Manuel, me dije, y comencé a tejerle una vida a la medida de su aspecto.
Manuel, estaba algo pensativo, lo que me llevó a creer que recordaba a alguien querido. Era sábado por la mañana, el día de San Valentin, pero Manuel no tenia la cara de panfilo de los enamorados, de modo que creí que pensaba en su hijo, digamos... David, si ese sería su alguien querido. Pero no lo veía con asiduidad,(no tendría motivo para pensar en él). Decidí que estaba recién separado, y que esperaba el bus para ir a reunirse con él y aprovechar los pocos momentos que, un juez indolente, y una custodia no compartida, les dejaban para verse.
Si, irían al retiro, almorzarían los dos bocatas de chorizo que llevaba en la mochila verde, (la economía del separado, no da para mas), y al finalizar el día, lo llevaría de vuelta con su madre, cansado de jugar y con la mochila llena con la ropa, ya limpia y planchada, que David dejó en su ínfimo apartamento el día de su ultimo pase pernocta.
Este tipo es un buen padre, pensé.
Buceaba yo en el mar de mis conjeturas, cuando apareció el bus. El buen padre se levantó de un salto, y haciendo ademán de pararlo, detuvo la mano a la altura de sus canas, aprovechando para atusarlas con discreta coqueteria. Y lo dejó pasar.
Contrariado, miré el bus que se alejaba, y cuando estaba a punto de gritarle: ¡MANUEL, QUE DAVID TE ESTA ESPERANDO!, leí lo que rezaba el cartel publicitario del bus.
Cuando volví la mirada hacia Manuel, estaba moviendo los labios atropelladamente, y al terminar con su charla muda, hizo algo que desgarró de un tirón la vida que yo le habia tejido.
¡El tipo comenzó a presignarse!, y al compás del ultimo movimiento, el de la base de la cruz, bajó sofocado, la cremallera de su abrigo negro dejando al descuvierto...¡un alzacuellos!.
Dioooooos, se habia convertido con un solo gesto, en la antitesis de mi vilipendiado heroe imaginario, habia pasado de "el buen padre", al "padre Manuel", en un visto y no visto.
Ahora todo encajaba, negra vestimenta, el gesto pensativo, el rechazo al bus ateo... todo menos una cosa, ¿que coño lleva un cura en una mochila verde?



domingo, 8 de febrero de 2009

El hombre mas importante del mundo, no es negro


Lo dijo Einstein, y yo lo corroboro, todo es relativo.

Todo en la vida, depende del cristal con que se mire. Si miras atraves de las grises gafas de un adulto "normal", objetivamente el hombre de la foto es sin duda, el hombre mas importante del mundo. Ahora bien, no siempre fue así, todos en algún momento hemos llevado otro tipo de gafas. De niños llevamos unas con los cristales rosa que nos hacen ver la realidad de otra manera, otorgándole importancia a los personajes mas inverosímiles, Espinete, la bruja Avería... Tu padre.
Llegada la pubertad, el rosa de tus maravillosas gafas de niño, torna hacia un "rojo tontaina", de manera que, los personajes otrora importantes se convierten en seres estúpidos que nada saben de la vida, siendo sustituidos por el-la cantante de moda, el actor mas cañero del star sistem o los emergentes pechos de Aurora (tu compi del insti).
Supongo que es en ese momento (el del cambio de cristales), cuando perdemos nuestra sabiduría ancestral, si, esa que nos sale de dentro, y no de lo que nos rodea, esa que ha tardado miles de años en desarrollarse y que por alguna extraña razón que se me escapa, traemos grabada de serie, la misma que obliga a los bebes a buscar el pecho de su madre sin que nadie le explique que es su único sustento.
Bueno pues aquí me hallo, mirando con mis gafas grises como Arantxa (mi hija de cinco años), parapetada tras sus gafas rosas, me discute la supremacía de Obama.

Toda la familia viendo el "parte" a la hora de la cena. Sale Obama diciendo algo así como "Screw up"

- ¡Olé tus huevos morenos!. Digo yo totalmente sin segundas.
- Pues si, no es nada normal que un presidente del gobierno reconozca sus errores tan abiertamente. Comenta mi mujer sorprendida.
- Y el de los USA menos. Que fuerte, somos la primera generación que vemos un presidente negro. Las cosas cambian... EL HOMBRE MAS IMPORTANTE DEL MUNDO ES NEGRO.
- NOOOOOOO!!. Dice Arantxa visiblemente afectada.
Nos miramos sorprendidos y la pregunto - ¿que dices hija?
- Que el hombre mas importante del mundo no es negro.
- ¿Por que?
- Porque eres tú, y tú eres blanco como yo.

Así que no puedo (ni quiero) hacer otra cosa que rendirme ante la sabiduría ancestral, y disfrutar hasta que sus gafas se vuelvan "rojo tontaina".

domingo, 1 de febrero de 2009

Los garbanzos, no dan la felicidad, (pero ayudan bastante)


No podía creer lo que escuchaba mis orejas, el gran Txumari Alfaro en persona, comentando las bondades de una legumbre tan poco glamourosa como el garbanzo.
Todos estos años había pensado en ellos como un alimento digamos... poco Freeofcope. Pensaba en garbanzos, e irremediablemente venían a mi cabeza esas imagenes absolutamente carentes de glamour, del menú de los viernes en la T-4. Todos esos "vieja escuela" devorando avidamente su ración de pelotillas flatulentas, estaban a punto de conseguir que abandonase el consumo de estas de por vida. Pero algo me lo impedía, no me preguntes por que, pero cada viernes me abandonaba al ritual, e ingería mi ración de leguminosas con un extraña sensación de bienestar que no sabría describiros.
Ahora lo comprendo todo. Resulta que el gran Txumari Alfaro (nombrado desde este momento "Freofcope man" de la semana), sostiene la tesis de que los garbanzos, son la legumbre de la felicidad . Dichas leguminosas poseen un alto contenido en Triptófano, substancia que se encuentra también en la leche materna. Esta substancia al llegar al cerebro, se sintetiza en (y ahora viene lo mejor), Serotonina, ¡la hormona antiestres, antinsomnio y antidepresión!, haciendo que su ingesta provoque un estado de paz interior semejante a la que alcanzan los lactantes al recibir el pecho materno.
De modo que como me gusta ser feliz, me gustan los pechos (maternos o no) y me gustan el cocidito madrileño, declaro los garbanzos alimento oficial Freeofcope, que coño, no se van a quedar con lo mejor los del "club del palillo".