miércoles, 23 de septiembre de 2009

El tuerto que me miró


Sobre todo y ante todo; Perdón.
Creo que ni siquiera las miradas ponzoñosas de diez mil tuertos maniaco-depresivos, son escusa suficiente para que un blogger de bien deje de escribir.
Dicho esto, pasaré a poneros al día de mis últimos meses en barbecho creativo.
Tras la publicación de mi ultimo post "Tenemos que hablar", me encontraba yo en busca de la solución a mis problemas (ya sabéis, poner tierra de por medio y todo eso), cuando al comienzo de una jornada como otra cualquiera me cruce con la primera mirada del tuerto.
Todo sucedió con la velocidad exacta para dejarme argumentos con los que rellenar el parte de accidentes (amistoso), consolar a "la Juani" que conducía el "carro tuneao de su chorbo" y apartar mi taxi del mismo en dirección al taller.
Conclusión: 15 días de inactividad laboral.
Teniendo en cuenta las consecuencias de los hechos y mi condición de autónomo, es fácil averiguar a que dediqué la totalidad de mi tiempo durante el mes siguiente, del mismo modo tampoco es difícil conocer el estado en que tal dedicación dejó mi animo.
Por lo tanto, puesta las cuentas al día ( y con el culo "pelao" de tanto conducir), tomé una sabia decisión;
- Me voy a la playa todo el mes de Agosto.
Dicho y hecho. Sol, playa, cañitas, familia, amigos... Un mes entero de parabienes que me hicieron afrontar el regreso al mundo taxial con el corazón lleno de esperanzas y el bolsillo lleno de telarañas.
Era un hombre nuevo, todos los malos rollos quedaron atrás, enterrados en las playas gaditanas, achicharrados por el abrasador viento de levante o ahogados en los "taitantos" litros de cerveza fresquita que ingerí sin remordimiento.
Ahora era tiempo de currar, mi taxi me sentaba ahora como un guante, como diría un sabio que yo conozco: "todo encajaba como un puzzle sideral"... JA!
- Que le den por culo al tuerto.- Pensé.
Supongo que el susodicho no encajó con la deportividad esperada tal improperio, por que nada mas pronunciarlo sentí su ojo vengador clavado en mi nuca en forma de Peugeot 307 "modelo ahí va ese".
Conclusión: 15 días de esguince cervical + 15 días de taller.
Lejos de terminar la historia con esta serie de desafortunados acontecimientos y con el trabajo en Madrid ya en pleno apogeo, al jodido tuerto le ha dado ahora por revisarme la salud.
Conclusión: Por el momento 4 días de baja laboral por amigdalitis complicada con un absceso periamigdalar (o algo así), sin poder hablar, pasando las de Caín para comer y sin saber a ciencia cierta si tendré que operarme o no.
En fin, si veis al tuerto dadle recuerdos de mi parte... y por si acaso, solo por si acaso, mi cumple es en noviembre, creo que no me vendria mal un spray anti-tuertos...